12/4/67
Ahora, permítanme decirles, que cuando leemos las Escrituras, Uds. tienen que leerlas con su imaginación. Cuando Israel es liberado de Egipto, eso es sólo su maravillosa imaginación humana siendo liberada de los hechos de la vida. Como veis, los hechos ciegan el ojo de la Imaginación, que es el verdadero hombre. Porque, "El hombre es todo Imaginación. Dios es hombre y existe en nosotros y nosotros en él. El cuerpo eterno del hombre es la Imaginación y éste es Dios mismo" (Blake, Ann. to Berkeley; Laocoonte). Así que Dios se está guiando a sí mismo fuera de este lugar en el que entró deliberada y deliberadamente. Alcanzó el límite de la contracción, que es el hombre, y ahora sale de esto, donde el hombre ve todos los hechos y está cegado por los hechos. De modo que se está moviendo de ellas a una tierra prometida, que está volviendo a sí mismo, reforzada por el hecho de que tomó sobre sí esta limitación.
De modo que el ojo de la imaginación, que es el hombre real, está simplemente cegado por los hechos de la vida. Así que cuando el hombre, llamado Israel, que significa "él gobierna como Dios", eso es lo que significa la palabra Israel, simplemente está siendo liberado, no en Egipto sobre el hombro de África, sino siendo liberado de estos hechos de la naturaleza, los hechos que llamamos los hechos de la vida. Así que cuando uno es enviado al mundo, si tiene el talento como un Blake, dijo: "No descansaré de mi tarea de abrir los mundos eternos, de abrir los ojos inmortales del hombre a la eternidad que se expande siempre en el seno de Dios, la imaginación humana" (Jerusalén, Plt.5). No descansará de esta gran tarea suya hasta que abra los ojos del hombre, los ojos inmortales del hombre, el ojo de la Imaginación, a la eternidad. Y estos ojos se expandirían para siempre en el seno de Dios.